Atraviesa
la luz el cristal oscuro de la conciencia,
para
ser palabra en lo profundo de su morada
Para
ser latido de sapiencia contra el olvido de su abismo
Para
serlo todo a unos ojos que engañaron al alma
Yo
vivía en las aristas que cortaban el viento
Allí,
en esa costa terrible en que se retuerce la nada
En
ese templo angustioso con paredes de carne
bajo
una bóveda lluviosa de alas clavadas
Más
tarde soñé que soñar, sería mi escapada, y fue
mi
pueril mentira, mi cometa ensangrentada
Porque
el mundo en que vivía succionaba del sueño
cortando
los tendones del tejido en que habitaba
Me
hice hombre con las uñas en la tierra quemada
Bebí
del agua que despreciaron los perros de la rabia
Me
fui con mis demonios a una tierra sin credos ni dioses
dejando
al niño que fui, llorando en el Arco de la Amalia
Muchas
cosas vendrían
Ninguna
que imaginara
De
ninguna me arrepiento
Pues
la vida no es lamento
Es
hacer con las cadenas
más
resistentes las alas
Bonito poema, aunque me resulta duro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como la vida misma Yashira
ResponderEliminarUn abrazo