domingo, 30 de diciembre de 2012

Ausencias






No entendiste mi amor desde aquél día
No entendiste a mi demonio arrepentido
Ni a mi ángel arriesgarse en tu pecado
No entendiste al corazón apuñalado
Contra las fauces hambrientas del olvido
Ya llovió demasiado sobre el árbol talado, y solo
Quise darte nuevos brotes de amor por ti nacidos
No entendiste mi amor desde aquél día
Mi amor no era ese niño consentido
Ni era un barco en el malecón, abandonado
Te besé entre escarcha y arena aquella noche
Para amarte y sanarte de tu miedo al pasado
Pero en lugar de prender al amor con su esencia
Lo guardaste en el cajón de tus vulgares sin cuidados
Como un broche más para tu colección de “Ausencias”

Y mi alma, celando el nido
¡Qué despilfarro de sentidos!
¡Cuántos latidos desahuciados!




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