Es un río ponzoñoso
Un océano de
alquitrán
colapsando la memoria
Es el veneno que
lloramos
La verdad que por
terror
huyó a las sombras
Si somos ilegibles,
nos herimos
Si somos cristalinos,
nos matamos
Tenemos alma de
barro
Otras manos
modelan el destino
Y así callamos
Callamos
Callamos
Y el río sigue su
curso
Y el veneno lo
heredamos
Y crecemos
Y nos herimos
Y de nuevo lo lloramos
La calzada en las
ciudades
está infectada de hombres
raros
Nos miramos sin
mirarnos
Somos ciegos de
presente
Sordomudos de
pasado
A lo lejos hay una
fuente
Es un árbol
desangrado
Libera savia
caliente
de un libro
antiguo y cerrado
Otra generación
grita la vida
Es la esperanza
que nos hierve
para un corazón
renovado
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