Yo,
Quien ya pensaba consternado
Que el camino perdía el
horizonte
Que atrás quedaba la
encrucijada…
Que ante mis ojos
ardían los sueños…,
Creía desde el fondo
atomizarme
Pero esa noche en que
llegaste tú
Desde lo imposible de
una lámina
Desde lo profundo de una
tinta palpitante
Escribías palabras con
plumas de luz
Despertando a las
ninfas en letargo, del aire
Y así, sin darnos
cuenta
Acabamos abrazados en
esa orilla del mundo
En esa cortina de agua
con lengua de salitre y
Luna de sangre
Guardianes fuimos de
cometas como labios
Hasta el beso fugaz que
sentí robarte
Por eso en mi pecho
anidaron luciérnagas
Iluminando sutiles las
horas venideras
Contra aquella bala que
antaño buscó mi carne
Mirando atrás, el
camino se cerraba
Mientras, otro se abría
inusitadamente
Y tus ojos y tus brazos
allá
Como un cielo que se
reinventa
Esperando a un corazón con
su naufragio
Con seda sutil de caricias
y risas amables
Poco a poco de mí mismo
me salvabas
De aquella estrella
muerta y errante
Hoy sentado en esta
plaza sin gente
No muero yo…
Muere la tarde
Gracias a tu corazón de
otoño
Voy pisando las hojas
resecas
De un tiempo baldío en
que ya era nadie
Te amo con el alma… Lo
sabes
Arturo qué bonito. Gracias por escribirme esto. Te mando un abrazote grande y besos, muchos.
ResponderEliminarY muchos otros para ti. Me alegra que te guste. :)
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