domingo, 7 de octubre de 2012

Inmigrante






Miraba el faro
¡Qué lejos quedaba su casa!
Miró a la gente y él era nada
¡Su gente qué lejos estaba!
Miraba el agua
Plateaba con la luna como los peces
Después de un rato se levantaba
Miró la ciudad
Donde nadie le miraba
Vio pasar enamorados
¡Qué lejos su enamorada!
¡Maldigo la miseria!..., musitaba
¡Mi corazón lejano y doliente!
¡Yo en España!
Miró hacia el cielo y,
una estrella errante pasó
llevando un sueño a su vieja morada
¡Maldita miseria!..., musitaba
Se perdió caminando
hacia los campos del olvido
Campos tristes de infinitas jornadas

¡Qué callada está la noche!
¡Qué solitaria el alma!





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