Miraba el faro
¡Qué lejos quedaba su
casa!
Miró a la gente y él
era nada
¡Su gente qué lejos
estaba!
Miraba el agua
Plateaba con la luna
como los peces
Después de un rato se
levantaba
Miró la ciudad
Donde nadie le miraba
Vio pasar enamorados
¡Qué lejos su
enamorada!
¡Maldigo la miseria!...,
musitaba
¡Mi corazón lejano y
doliente!
¡Yo en España!
Miró hacia el cielo y,
una estrella errante
pasó
llevando un sueño a su
vieja morada
¡Maldita miseria!..., musitaba
Se perdió caminando
hacia los campos del
olvido
Campos tristes de
infinitas jornadas
¡Qué callada está la
noche!
¡Qué solitaria el alma!
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