Esta tarde la
llovizna me recuerda
Los campos en que
los besos ardían
Entre enjambre
de negras golondrinas
Entre cañas y
juncos que soñaran el mar
La llovizna que
llama al cristal de la tarde
Consumando las
horas tranquilas y grises
Me va dictando los
versos susurrando paz
Y yo que en este
otoño soy hoja desprendida
Que busca en su
caída un rayo de tu luz
Al capricho de
la brisa que azarosa gira
Me desnudo en la
memoria en que vives tú
Cuando llegue la
noche y vuelvas a casa
Y los abrazos germinen
besos y palabras
Retornaré a las
manos que tejen mi tiempo
Allende nacen
los sueños de éste que te ama