Voy sobre caballos
marinos
Que nacen de tu risa y
tu alegría
Y cada día es ese viaje
En que mi alma se
desnuda
Hacia los ojos turquesa
De tu océano infinito e
imparable
En que me pierdo
dichoso
En que me olvido de las
hojas muertas
Del árbol solitario en
que vivía
Gracias por darme tanto
Y de la noche sin
estrellas
Sin tu luz
Rescatarme
Voy sobre caballos
alígeros
Que nacen de tu alma
Bajo esta lluvia cálida
que me abraza
Fertilizando desde tus
palabras
Mi reverdecido paisaje
Mi reverdecido paisaje
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