Siempre imaginé la
noche perfecta
La noche estrellada
como abrazo del alma
Pero nunca supe que
pudiera ser cierta
Hasta robarle un beso y
saberla en su mirada
En sus manos continuaba
mi vida
Antes varada como
delfín de las orillas
Mientras decía palabras
que vi sobrevolar…
Nada más dulce que sentir
escucharla
Junto al salino susurro
de las olas marinas
Mi deseo del cometa
Era que nunca terminara
Y aunque
inexorablemente amanecía,
Esa noche dentro de mí
Ya jamás acabaría
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