Impreso en el vacío de los
ojos…
Me atomizo en un
recuerdo
Va reptando el corazón descorazonado
Por ese dañino paisaje
de escombro y barro
Por esa tierra baldía y
estéril
De vidrios y alambradas
Por esa meseta
demoledora
De esquirlas, cruces y espadas
Dejando trizas a su
paso
Quedan restos de
canciones
Trazos de tiza y tinta por
la sangre
Plumieres de recuerdos
En pupitres miserables
Sotanas negras en
siniestras aulas
Silencio de niños en pasillos
grandes
Capillas oscuras de
conciencia
A veces manos de piedra
Sobre rostros de ingenua
carne
Fue la infancia subyugada
A constantes oraciones
y delitos
Al fondo de un pasillo…
El caudillo
Y nosotros…
Cantando el cara al sol
Bajo la fría sombra de
los castigos
Fue cuando aquél niño murió, y otro…
Se vino conmigo
Hoy escribo susurros de
miradas tiernas
Ecos de lluvia en
cristales sempiternos
Voces de niños en
lejanos patios
Y cuervos, muchos
cuervos planeando
Sobre los tejados de
los sueños
Atomizado en un
recuerdo
Ahora me diluyo en el
presente
Cierro las aulas y
arrojo las llaves
A ese profundo piélago de
la mente
En su zona más frágil y
herida de muerte