lunes, 18 de abril de 2011

Todo lo que somos





Te desnudas toda buscando mis ojos
desde mí en un crepúsculo insondable,
cuando mi alma contigo se desnuda
en letanía de pulsos que se buscan ciegos
Es entonces cuando todo lo que somos
en su infinita libertad de ser deseo,
se precipita en un espasmo vertiginoso
ante el gozo de la vida que nos reinventa
resucitando este cuerpo cósmico que se ama.
Universo caótico de piel en abordaje
como estampida de caballos voluptuosos
en connubio litúrgico de poros y estrellas,
en las praderas últimas de nuestro amor convulso.









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