“Éneas, áureas y argentadas alhajas
Irisados
ojos turquesas y uñas de zafiro lanceoladas
Caireles
diamantinos en sus pechos de rosa marmóreo
Purpúrea
boca de lengua melífera como
Flámeos
colibríes libando los límenes del alma”
Así vino a mi sueño la kajira
de los vientos
Ferinamente ofrecida con
sus lientos y carnosos labios
Para que su espíritu perteneciese
a mi mirada
Danzaba para mí siete
velos al viento de la luna esclava
Entre sedas múrices,
doradas y azules que
Dejaron entrever la Kef
prohibida de su piel tatuada
Mojada en mí se fue
disipando ante los ojos
Que se abrieron ciegos
al sol profuso de la mañana
Miré a la ventana excitado
y tembloroso
Y allí estaba de nuevo,
libre o prisionera a su antojo
La que siempre ha sido y
será por mí tan deseada
Precioso. Es como un sueño en el que el soñador al despertar se da cuenta de que sigue soñando y forma parte ya del sueño para siempre.
ResponderEliminarAunque este sueño es muy sensual.
Besitos,