martes, 4 de septiembre de 2012

El que nos queda






Mirad mis ojos cansados
Veréis un hombre milenario
El mismo de vuestros ojos
El de todos los ojos callados
El hombre de corazón espetado
Y después resucitado
El que nos vive y nos habla
Cuando estamos tan solos
El hombre que no es Dios
Ni lo busca en la mirada
El que nos abraza en la tristeza
El que nos libra de antagonismo
El que nos arma de sapiencia
A veces taciturno y otras…
Inexorablemente revolucionario
Es el que siempre nos queda
Cuando todo ha terminado
El que medita la historia
El que nos cura lo llorado
El que siembra la esperanza
En la cosecha pura del alma
El que se sienta sobre el viento
El que nos planta como a un árbol
El que nos hace niños que juegan cuando
La muerte nos espera desesperadamente
Es el que nos mira desde adentro sentado
En ese puerto sereno y silencioso
Es el hombre común y necesario
El que habita en mis ojos y los vuestros
El que somos todos cuando vamos
Y cuando no estamos
Es el que piensa cuando no pensamos
El que nos besa la frente y nos impulsa
El que nos une y conduce
Contra mentiras a quemarropa
El que nos dicta y nos proyecta
El que a todos nos lleva de la mano
Cuando una injusticia nos acecha
El que nos canta para no dormir
El que nos tiene siempre alerta
El que escribe poemas descarnados
Con esa tinta de las venas
El mismo de todos los que sabemos que
Vivir y luchar, nos despierta 
hacia la verdad última en que brilla
en la tierra, la razón que nos libera




2 comentarios:

  1. Precioso poema querido hombre milenario, claro que siempre merecerá la pena vivir y soñar.

    Un abrazo,

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  2. Así es Yashira, el que se sienta sobre el viento y nos planta como a un árbol. Muackss. Un beso y un abrazo

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