jueves, 10 de mayo de 2012

De otra génesis






… y entonces Dios se sentó sobre una gran roca
y contempló la vida que había creado
Pero la vasta gloria de su inteligencia le pesaba más
que la inconmensurable carga de todos sus años
Posó una parte bajo la fría sombra de sus manos
y un animal curioso lo creyó suyo como divino regalo
Sin más, aquél simio payaso de ambición construído
Usó esa brizna de gloria para entre los suyos abrirse paso
Así y entonces, Dios desde el todo arrepentido
le llamó hombre y le dejó en el olvido y el fracaso
El simio homicida que lleva al hombre consumido
El mismo que en el presente somos, nacidos de un ocaso
El hombre que mata al hombre por el ego enardecido
El mismo que lleva dentro la cínica sonrisa de aquél simio payaso




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