En la tundra de tu
vientre,
Mariposas blancas
Vientre en que habita
la luna
Medio vestida de novia
Destejiéndose entre sueño
y nácar
Que espera en la seda
prohibida
A que despierte del
ámbar
En que estoy cautivo
Haciéndome lengua de
nieve
Para tu cuerpo ávido y silente
Eres flor abierta de mis
besos
La brisa que entre
velos me respira
Cuerpo de mis dedos
lobos que
Acarician hambrientos
tu cintura
En la tundra de tu
vientre,
Mi alma que dulcemente
te llueve
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