Después de amarte
tanto,
Tu cuerpo se deshila
por segundos
del tiempo de mis dedos
Recuerdo que…,
planeaba en la noche prosa
de tu piel
la cometa lluviosa
prendida,
besando labios libidinosos
que el amor anegaba y
encendía
Te me hacías jungla
bajo los besos
con el vino de las
lenguas ebrias
Se quemaban los poemas
en tus muslos
abriendo cataratas convulsas
en un ciclo ciego inconcluso
Después de amarte
tanto,
Todo se desvanecía como
las hojas
con el viento térreo de
los otoños
Nunca lo he olvidado
Aún vamos juntos por
las playas blancas
a nuestra mirada de
piélagos ardientes
Playas de esas noches hechizadas
con dragones de arena y
velas prendidas
Jazmines, azahares, tu
aroma, tu risa
Bajo la luna plata estival
de San Pedro
Te recuerdo entre mis
brazos
Las estrellas en tus
ojos
La brisa en tu cuello
Tus manos en mis manos
Y tus pies descalzos
ofrendados al mar
Ya no sé de tu vida
Pero tengo el fragmento
más hermoso
Tu cintura junto a la
mía
Y tus ojos como naves,
en el mar más enamorado
de mis ojos
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