Mi cuerpo era mi casa
No tenía puertas ni ventanas
Solo había un viento que pasaba
por darme los ojos cada día
Mi cuerpo era mi morada
Ruina carnosa hecha jirones
A veces un niño en el horizonte
con su rota cometa de sueños
Pero hoy mi cuerpo es lo que
queda
que valiente camina en su
presente
Tierra cautiva que florece
ahora
desde su nueva y fértil
arboleda
Mi cuerpo es una estación
con trenes blancos en la lluvia
Un solitario carrusel rescatado
de la sinrazón indiferente
Mi cuerpo no tiene grietas
ni tiene fallas ni tiene dudas
Que tiene otra piel en sus dedos
para un corazón recién llegado
Mi cuerpo amanece rojo
como rojo amaneció un día
con todos los míos y… con ella
para poblar los cuerpos deshabitados
Mi cuerpo que se hace río
busca la mar de todos los
cuerpos
por desmembrar al muro engañoso
del hombre sin escrúpulo y
abyecto
Mi cuerpo busca su nombre
que ahora es nombre de todos
y alumbra la verdad bajo las
piedras
desde las calles ejecutadas
Mi cuerpo ya no está solo
y su viento que me ofrece los
ojos,
es el alma de todos los otros
que grita desnuda al silencio:
¡Es la hora de ser nosotros!
No hay comentarios:
Publicar un comentario