Cuando no respira
el viento
Donde olvido mi
equipaje
En ese instante
diminuto en que te siento
Donde no habita
nadie
Morada de pulso y
pensamiento
Solo contigo y tus
poemas
Perdidos en esta
orilla en desaliento
Aquí no anida la
desesperanza
Para eso yo no
existo, ni tu tiempo
Viajo desnudo al
galope de tus versos
Y caigo en
libertad, claro y sincero
Como una catarata
silenciosa
En la caligrafía
dúctil de tu cuerpo
Y nos hacemos de
lluvia
En la lluvia caliente
que te bebo
Nos bebemos
Desaparecemos
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