Me río del
maleficio
De las ganas de huir
de su tiniebla
Como del amor
insidioso y escurridizo
de quien jamás me
amó
Y siento unas ganas
terribles
de melancolía en lo
perdido
Aun así, a veces me
río
Con la lluvia en la
cara
Con la vergüenza en
la cara
Con la duda y el
miedo
Con el barro
interminable del olvido
Me río
Dulcemente
Tristemente
Apasionadamente
Colgado en los
cristales
de esta ciudad
sombría
Lejana
Fría
No hay comentarios:
Publicar un comentario