La
escolopendra bajo los párpados
La
serpiente afilada de su lanza
La
metáfora de Dios y su asesino
Y
el absurdo constructo de su amor
No
vales nada en este tugurio
En esta cripta de la historia
No vales nada
No
abras el corazón de cieno negro
donde
yace el enamorado muerto y
anida
la víbora, que en su cabeza
envenena
la memoria de los nonatos
No
vales nada en este espejismo
En esta cripta de la inconsciencia
No vales nada
Vuela
libre como la garza
hacia
la tumba entreabierta
por
donde escapa la luz de un paraíso
en
un vórtice desesperado de resurrección
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