Te regalo este abrazo profundo
como a raíz la tierra
Te regalo esta lluvia de
esporas en relieves de miel
Porque siento el
corazón que veloz me envenena
a caballo de aliento y arena
por poseerte después
No se hará el olvido la
tiniebla ni será nunca tarde
Que soy preludio en tu
boca que espera amanecer
Arderán palabras en la
herida… Tú ya lo sabes
Que la herida es el
abismo que separa nuestra piel
Alzarán un día mis
labios el vuelo sobre tus pechos
con la mirada firme en
tus ojos y ciegos los dedos
Planearán rasos mis
besos sobre tus humedales
para en un gemido
último, ya ser libres y presos