viernes, 8 de noviembre de 2013

En contraluz





Su boca infringiendo la duda
y en cuero negro las pupilas
Su piélago blanco estremecido
en poros abiertos al dolor de su caricia
Aferrada a la ternura del nudo que se ciñe
a su evanescente desmesura
Al abismo húmedo de su celda
Al deseo ubérrimo y verdugo
Porque advierte su presencia
Porque se acercan sus pasos
Porque escucha sus latidos
ineluctables y feroces

Dueño de sus carnales postigos




2 comentarios:

  1. Imagina...
    Entre tus manos con fieras garras, sometida a tu voluntad un alma tibia... late bajo tu cuerpo, siente, desea, palpita... contiene, siempre ha estado presa y tu eres su llave que la libera, tiene miedo, pero no de ti, de liberarse y no saber como controlarse, solo debe descubrir que la pasión no se controla, se vive.

    Reconozco tu blog, quizás alguna vez lo vi desde mi cielo, un beso

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  2. Gracias por visitar mi blog amiga. Y gracias también por dejar esta huella de tu talento. Un abrazo

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