domingo, 17 de febrero de 2013

Cielo y alambrada






¿Qué saben las aves de alambradas?
Tal vez lo mismo que yo de recortar el cielo
Y yo, envidio tanto su ignorancia…
Desde la térrea sabiduría de los ciegos,
me precipito a sentirlas y contemplarlas

En esa consciencia desierta de los hombres,
he visto buscarlas al pecho, con ojos de jaula
Por eso las encierran. Por eso
Porque la envidia es una celda para el alma

Las hacen cautivas entre rejas amargas
Ya ni pretenden trazar el cielo con sus alas
Ahora solo caminan, cantan y saltan,
y saben tanto como nosotros, de alambradas.




2 comentarios:

  1. @rthur,

    Un placer leer tus letras. Me han cautivado... Con ese toque melancólico y certero -pues diste en la diana.

    Saludos, Ann@

    PD. Te invito a mi blog. Gracias

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  2. El placer es mío Anna. Gracias por pasar por esta humilde casa. He visitado tu blog, me gusta tu estilo. Un abrazo Anna

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