Solo a veces, como
ahora…
Soy agua de deshielo
Agua derramándose
inquieta
por todo aquello que
percibo
Por la voz cálida y luminosa
de esta ventana
Por la telaraña de las
sienes
Por este escritorio
deleznable
de barro milenario en
que duerme el olvido
Por esta mesa herida de
estéril árbol
que soporta sin alma la
densa corteza de las horas
Por la luz cansada de
una lámpara humilde, amarilla…
Me derramo en agua silente
Extendiéndome libre…
Sin recelo
Más acá de los ojos
Horadando mi tiempo con
la lluvia prístina
Anegando los surcos de humanizada
arcilla
Agua cayendo por pilares
excelsos… Derruido templo
Agua de sosiego que se
lleva en las hojas la luna muerta
¡Qué silenciosa sucumbe
en la estación dormida!
Con sabor a vida, su
caricia líquida me prende y…
Entonces regreso a la
yunta de sus labios
A sus manos alígeras anidando
la boca
Manos de mujer que en la
arena de mi sueño
trazan estelas de
relámpagos tiernos
Pájaros frágiles buscando
el aliento
por piélagos perdidos
en frías habitaciones…
Y agua
Agua turbulenta adonde
muere el río
Solo a veces, como
ahora…
Soy agua de deshielo
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