domingo, 24 de marzo de 2013

Promesas






Un tiempo después de los encuentros,
las palabras que anidaron la memoria
se alzaron en vuelo migratorio a ninguna parte
Pero antes hubo promesas, juramentos excelsos que
desterraron los ojos del olvido,
dádivas, caricias, ofrendados besos
Antes de la huída el amor galopaba las lenguas
y el pulso era la llama que prendía nuestro sexo

Tantas cosas nos juramos para el futuro incierto…

Un tiempo después de los encuentros,
una lágrima en el rostro ocultaba el terrible silencio
Nunca supe del llanto su origen,
solo sé que un día extraño se llevó la boca
por arenas negras de otros desiertos y
que la ceniza de las promesas se fue atomizando
hacia otros laberintos que aún hoy no comprendo

Porque yo di mis latidos a un corazón moribundo,
no para verle palpitar envejecido bajo tristes raíces
que succionaron la vida de sus recuerdos y
las promesas que entonces, sin nosotros, perecieron.




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