Los días son cortos
y las noches tienen prisa
Y el néctar quiere ser vida
derramada entre tus muslos
¡Qué corazón en desasosiego
como un soldado ante el frío!
¡Como un colibrí en un tornado
resistiendo en guardia y pertrechado
por polinizarte! ¡Amor mío!
Antes del último crepúsculo
Antes de que el latido esté al
descubierto
y la muerte se vista de oscuridad
infinita
Bailemos ahora que aún silba el
viento
y estamos a tiempo de ser uno
Que la niebla feroz que nos acecha
está desgarrando el horizonte
Ven
Dame los brazos
Escucha la música de la Tierra
Y gira
Gira conmigo en este remolino
de golondrinas desesperadas
Que los días son cortos
Que las noches tienen prisa
y el olvido del cieno se acerca
por dejarnos ciegos y vacíos
Ven
Seamos un río
Una hemorragia de luciérnagas
en la herida del ocaso