Fui a verte una helada noche de invierno
cuando era en tu abismo un incendio de roja sal
O esa plata profusa de lunas en tus ojos eternos
Fui a verte y la canción era un grito de piedras
Un vacío portal en las calles de aquella ciudad,
con la lluvia que se lleva el río de gentes y aceras
Fui a verte y yo quise decirte palabras desnudas,
como esas veces que el alma se hace arena del mar
y el silencio se rinde a ese muro delante del corazón
Fui a verte y me supe la sombra de un árbol caído
una guitarra candil del olvido que te quiso cantar
O esa garza que sueña el regreso a su ya roto nido
Mi razón de vivir, fue viajar a tus besos
con la boca deshecha por ser parte de ti
Y sentir que te sentía con las manos sinceras
recorriendo tu cuerpo como lluvia en la vid
Fui a verte y la puerta era negra,
pintada por amor extranjero que ya no era yo
Que ya no era yo